miércoles, 13 de julio de 2011

Somos Uno!

El hecho de que seas diferente a mi no te hace más ni menos que yo... pero sí necesario!


Es cierto que somos UNO en Cristo, pero vale la pena hacer la claridad que no somos UNIFORMES. Cada uno de nosotros tiene gustos diferentes, ideas y formas distintas de ver la vida. Todo esto nos hace ser únicos y especiales ante la ley humana y por supuesto ante la ley divina.


Todos conformamos un todo, y dentro de ese "todo" llevamos a cabo diversas funciones, ¡pero repito! esto no nos hace mejores o peores que nadie, solo nos hace necesarios. Todas las funciones que se cumplen en esa totalidad, son fundamentales; ninguna es más importante que la otra.


Siempre hemos escuchado que nosotros como Iglesia somos el cuerpo de Cristo. Él es la cabeza, el cerebro, quien dirige, quien da las órdenes al resto del cuerpo. El resto de miembros del cuerpo somos cada uno de nosotros. Cuando alguno de los miembros del cuerpo no responde a las órdenes emitidas por el cerebro, algo está mal, puede haber un corto circuito, una deficiencia del miembro.


Es necesario entonces, que en estos casos visitemos al especialista, que le pidamos ayuda al Espíritu Santo para que nos diagnostique y podamos empezar un tratamiento que nos ayude a establecer la comunicación con ese "cerebro".


Por último querido amigo y hermano, somos UNO en Cristo porque confraternizamos, porque pertenecemos al mismo cuerpo, al cuerpo de nuestro Señor Jesucristo. Pero no pretendamos que seamos iguales, que pensemos iguales o que actuemos iguales, porque eso jamás podrá suceder.


Aceptémonos, ayudémonos, pero sobre todo, amémonos los unos a los otros porque somos uno y porque nuestra misión es la misma!


Dios les continúe bendiciendo.


Laura Pérez Valle


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